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Ceferino Sain | Empresas Familiares
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SUCESIÓN Y LEGADO

Cómo hablar de sucesión y legado en la Empresa Familiar

Próximamente algunos empresarios de primera generación comenzarán a transmitir el negocio a sus hijos. Dado que las “familiares” representan más del 70% de las empresas en nuestro país, una gran proporción de la generación joven comenzará a posicionarse cómo futuros líderes frente de la empresa de su familia.
2023-01-24
Próximamente algunos empresarios de primera generación comenzarán a transmitir el negocio a sus hijos. Dado que las “familiares” representan más del 70% de las empresas en nuestro país, una gran proporción de la generación joven comenzará a posicionarse cómo futuros líderes frente de la empresa de su familia.
Es de suponer que las conversaciones sobre la transferencia generacional la iniciará el padre y fundador de la empresa. Pero a diferencia de otras épocas, la idea del patriarca que decide todo ha cambiado.
La generación más joven no tiene miedo de decir lo que piensa, lo que significa que los Millennials y los de Generación X están muy dispuestos a hablar con sus padres exigiendo muchos derechos, presentando desacuerdos con la manera en sus progenitores administran el negocio familiar, o que directamente no quieren hacerse cargo de la empresa.
Para que estas discusiones den buenos resultados y sean una experiencia enriquecedora para todas las partes sentadas a la mesa, los jóvenes que deseen iniciar su propio negocio o quieren cambiar la dirección de la empresa, deberán elaborar un plan para presentarlo a la familia, tanto si se requiere dinero para financiar el proyecto como para explicar el nuevo modelo de negocio.
En cualquiera de los casos, los participantes de esas charlas deberán ser lo más desapasionados posibles y reflexionar sus ideas con mucha anticipación. Todas las partes tendrán que esforzarse para que esto funcione, y los padres no deberán simplemente rechazar la idea tan pronto como la escuchen. Un plan de sucesión exitoso se da cuando está garantizada una conversación fluida sobre los valores, las creencias y las nuevas ideas de cada interesado.
En algunas situaciones no habrá mucha discusión. Los jóvenes a menudo trabajan en el negocio familiar cuando son pequeños, en parte, para ver si tienen interés en hacerse cargo. En muchos casos queda claro que la segunda generación no puede manejar los rigores de ser propietario de una empresa o no tienen interés para liderarlo. Si todos saben que el heredero esperado no acepta el negocio, es más fácil para ellos decirles a sus padres que prefieren hacer otra cosa.
Hay padres que admiten el hecho de que su negocio podría terminar fuera de la familia y preparan otras opciones, como venderlo a terceros, por ejemplo, aunque esto no sea lo deseado por la mayoría de los fundadores. En esta situación difícil, ayudará que los hijos les digan a sus padres que han decidido estudiar una profesión. Los padres estarán dispuestos a abrazar las ambiciones de sus hijos.
En última instancia, la próxima generación deberá ser sincera con sus propios deseos, y sobre el todo con el futuro que ven para sí mismos y para la empresa familiar.

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