NOBLES PROPÓSITOS QUE FRACASAN
Tolerar la ineptitud de los trabajadores familiares
Hay un sentimiento que oímos a menudo entre los miembros de la generación más antigua de una empresa familiar: “Sólo quiero que mis hijos sean felices y se lleven bien”. Los padres se esfuerzan por crear las condiciones que ayuden a garantizar ese resultado, pero con el tiempo descubren que algunos de esos mismos esfuerzos sirvieron para crear el resultado opuesto: sus hijos no son felices en la empresa y hay conflictos dentro y entre generaciones, que a menudo se extienden entre la gestión familiar y la no familiar. En este escenario, todos pierden.